ADICCIONES
Se considera
adicción (del
latín addictus, que era el deudor insolvente que, por falta de pago, era entregado como esclavo a su acreedor
[1] ) a una
enfermedad crónica y recurrente del
cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio a través del uso de una sustancia u otras conductas. Esto implica una incapacidad de controlar la conducta, dificultad para la abstinencia permanente, deseo imperioso de consumo, disminución del reconocimiento de los problemas significativos causados por la propia conducta y en las relaciones interpersonales así como una respuesta emocional disfuncional.
[2] El resultado es una disminución en la
calidad de vida del afectado (generando problemas en su trabajo, en sus actividades académicas, en sus relaciones sociales y/o en sus relaciones familiares o de pareja). La neurociencia actualmente considera que la adicción a sustancias y a comportamientos comparten las mismas bases neurobiológicas.
Además del consumo de sustancias psicoactivas existen adicciones a procesos como la
adicción al sexo, la adicción al juego (
ludopatía), la adicción a la
pornografía, la adicción a la
televisión, al
deporte, la adicción a las nuevas tecnologías (
tecnofilia) y la
adicción a Internet.
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Adicción a sustancias
La adicción a sustancias es un
padecimiento crónico, recurrente, progresiva y en ocasiones mortal que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas, a pesar de sus consecuencias nocivas. Se considera una enfermedad del cerebro porque las
sustancias psicoactivas y las conductas compulsivas modifican la estructura y funcionamiento de ciertas áreas de este órgano.
[7] Implica una dependencia de una sustancia, actividad o relación debido a trastornos que esta causa en los circuitos de recompensa, motivación y memoria (véase
núcleo accumbens) de la persona afectada.
[cita requerida].
Está conformada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos (
síndrome de abstinencia) de la persona, y estos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y para comprometerse en la actividad deseada (comportamientos adictivos). A diferencia de los simples
hábitos o de las influencias consumistas, las adicciones son «
dependencias»
[cita requerida] que traen consigo graves consecuencias. Estas consecuencias afectan negativamente la vida personal y social del individuo y su
salud (física y mental), además de que limitan la capacidad de funcionar de manera efectiva. Es adicta la persona que cree que no puede vivir sin el objeto de su adicción, por lo cual lo busca de forma permanente y compulsiva.
El adicto no controla su adicción, sino que vive en función de ésta: este es el eje y el condicionante de toda su rutina; si trata de salir repentinamente de esta rutina, se ve afectado por problemas de
ansiedad y, por lo general, vuelve a caer en el consumo de su adicción, aunque puede dejar de ser adicto después de pasar por una fase llamada «mono».
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EJEMPLOS DE ADICCIONES
Bibliografía